Saturday, May 06, 2006

Dalai.Lama_Conferencia.publica(1)



Friday, May 05, 2006

RANKIN.magazine

¿Macel?_¿Mauss?¿Marcel_Mauss?

El problema radica aquí también en distinguir un dato puramente fenomenológico, del cual no se ocupa el análisis científico, de una infraestructura más simple y a la cual debe su ser. Gracias a las nociones de «variantes facultativas», «variantes combinatorias», «términos de grupo» y a la de aneutralización» (what the fuck?!!), el análisis fonológico iba a permitir definir un lenguaje por medio de un pequeño número de relaciones constantes en las cuales la diversidad y complejidad aparente de su sistema fonético no hacen sino ilustrar la posible gama de combinaciones autorizadas.

La_Sophie.se va a Belgica

Wednesday, May 03, 2006

Tuesday, May 02, 2006

Es simple, es un sueño donde el ascensor no para. Yo marco un piso y el ascensor no para. Eso me da miedo ¡¿Por qué?! ¡Porque los ascensores no se equivocan!; léase: o van a destino o no arrancan, pero no se equivocan.

En cambio este sigue de largo. Abro la puerta y se detiene; me bajo. pero no sé en que piso estoy. Escucho a un bebé que llora, viene de uno de los departamentos de adentro. Entro....en el ambiente hay baja tensión, no se ve mucho, pero el bebé está en algún cuarto. Lo busco pero parece cambiar de lugar, cuando llego a una habitación lo escucho llorar en otra. Me lo imagino caminando mientras llora....y ahí lo que era susto pasa a ser pánico.

Salgo a las corridas y arranco para las escaleras. Cuando empiezo a bajar escucho que alguien viene corriendo a las carcajadas...del susto salto rogando llegar al descanso y no caer a mitad de los escalones........

GOOO,n.2. Fábrica de sueños.

Teatro_Municipale



El lenguaje_de la moda.1979


Yo te prefiero fuera de foco, inalcanzable
yo te prefiero irreversible, casi intocable
tus ropas caen lentamente
soy un espía, un espectador,
y el ventilador desgarrandote
se que te excita pensar hasta donde llegaré.

Estamos al borde de la corniza
no tienes miedo sigues sonriendo,
se que te excita pensar hasta donde llegaré.

Come back!, come Back!!! Emilio... dice:(23:19:18)
ahh, leo queridísima Sofía...

Come back!, come Back!!! Emilio... dice:(23:19:23)
primera impresión...

La_Sophie dice: (23:19:28)
ah!

Come back!, come Back!!! Emilio... dice:(23:19:32)
dónde están los colores rosas

Come back!, come Back!!! Emilio... dice:(23:19:38)
y las burbujas?

Monday, May 01, 2006

John Polidori estaba maravillado. Muchas veces se había reprochado su cortedad de memoria. Cuántas hubiese querido recitar tal o cual verso en aquellas circunstancias que se presentaban como las propicias. Pero era la suya una memoria conceptual y no literal; podía recordar la idea precisa pero le era imposible adecuarla a la métrica y a la rima con que tal poema había sido concebido. Las veces que había intentado cautivar a un eventual auditorio se había extraviado, con ridícula actitud declamatoria, en presuntos versos que jamás terminaban de rimar y cuya métrica convertía los endecasílabos en larguísimas construcciones de hasta veinticuatro sílabas. Como había traído consigo La excursión, de William Wordsworth, la consideró una buena oportunidad para iniciarse.

Leyó ávidamente la primera página, la arrancó de cuajo, la estrujó entre los dedos y se la llevó a la boca. No resultaba fácil masticar la reseca factura del papel: era duro y las aristas le lastimaban la boca. En un primer intento, no pudo siquiera pasarlo por la garganta. Se consideraba a sí mismo como a una suerte de rumiante; aquel miserable papel jamás terminaba de ablandarse. Finalmente, después de varios intentos abortados por las náuseas, consiguió tragarlo. Ahora mientras bajaba la hoja por el esófago, se sentía como una boa luego de devorarse un cordero íntegro. Insistió con la segunda página. A partir de la quinta, aquello le resultaba tan fácil como beber caldo. Ya en plena gula, allá por la página noventa y tres, Byron abrió la puerta del cuarto de su secretario inesperadamente y sin anunciarse. Ambos se quedaron petrificados mirándose el uno al otro. Polidori tenía la boca repleta de papeles que aún asomaban desde los labios anegados en una saliva negra de tinta y sostenía sobre su falda lo que quedaba del libro: las portadas y unas raquíticas hojas. Terminó de masticar y tragó ruidosamente intentando disimular lo indisimulable. Antes de girar sobre sus talones y salir por donde había entrado, Byron susurró:
- Bon appétit.
Por toda respuesta Polidori soltó un eructo involuntario, seco, áspero y demasiado escueto para construir una opinión literaria.



Escuché a Borges decir que recordaba que una tarde su padre le había dicho algo muy triste sobre la memoria, le había dicho: "Pensé que podría recordar mi niñez cuando por primera vez llegué a Buenos Aires, pero ahora sé que no puedo, porque creo que si recuerdo algo, por ejemplo, si hoy recuerdo algo de esta mañana obtengo una imagen de lo que vi esta mañana. Pero si esta noche recuerdo algo de esta mañana, lo que entonces recuerdo no es la primera imagen, sino la primera imagen de la memoria. Así que cada vez que recuerdo algo, no lo estoy recordando realmente, sino que estoy recordando la última vez que lo recordé, estoy recordando un último recuerdo. Así que en realidad no tengo en absoluto recuerdos ni imágenes sobre mi niñez, sobre mi juventud"

Después de evocar estas palabras de su padre, Borges se calló durante unos segundos que me parecieron eternos, y luego añadió: "Intento no pensar en cosas pasadas porque si lo hago , sé que lo estoy haciendo sobre recuerdos, no sobre las primeras primera imágenes. Y eso me pone triste. Me entristece pensar que tal vez, no tengamos recuerdos verdaderos de nuestra juventud".

Revista GOOO, n.1

Sunday, April 30, 2006

4.ene_2006.SLP